"Nada podemos esperar sino de nosotros mismos" | SURda |
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05-04-2013 |
*Intervención de Esteban Pérez en la Cámara de Diputados, al presentar su renuncia
"Me sentí privado de sentirme compañero"
Esteban Pérez
*SEÑOR PÉREZ (don Esteban).-* Señor Presidente: hubo una vez un hombre muy sabio que afirmaba que la Tierra giraba alrededor del sol, y cuando lo quisieron llevar a la hoguera por hereje, por salvarse, dijo haberse equivocado, y luego andaba por ahí diciendo: "Pero se mueve". No voy a evadir la hoguera. Voy a decir lo que pienso y lo que siento.
Nuestra participación en las fuerzas llamadas de paz en distintos países, incluida la Minustah en Haití, a mi entender, es equívoco. Tengo un alto concepto de nuestro Ministerio de Relaciones Exteriores en cuanto a la tenacidad por obtener nuevos mercados y los esfuerzos por tejer la patria grande. Pero tengo la convicción en cuanto a la participación en las misiones de paz que estamos cumpliendo el papel de mandaderos de los grandes centros de poder económico. Las guerras se disfrazan de problemas tribales, los nacionalismos adoptan las formas de luchas religiosas como ideología aglutinante que forje la resistencia contra la rapiña de materias primas por parte de las naciones poderosas.
Hoy le está tocando la hora a Malí. Dicen los franceses que una vez que aplasten la resistencia van a solicitar la presencia de los Cascos Azules para mantener la paz. Y quizás, una vez más, Uruguay envíe tropas para contener el pueblo de Malí, mientras los franceses continúan, con la tranquilidad que les brindaremos, rapiñando sus materias primas. Ese es el meollo del tema.
Las Fuerzas de Paz cumplen el rol de mantener una paz impuesta a prepo, a fierro, a sangre, y contener la lucha de clases, mientras otros engordan saqueando pueblos.
Se me dijo que Uruguay es un país chiquito, que gracias a la participación en las Misiones de Paz se hace conocer y que el prestigio acumulado nos permitirá acceder en forma transitoria a un lugarcito en el Consejo de Seguridad de la ONU, con voz y sin voto. Discrepo visceralmente con obtener ese carguito a costa de ser mercenario de otros intereses.
Con respecto al pueblo hermano de Haití, no fuimos escuchados en la necesidad de retirar nuestras tropas, en concordancia con el mandato del Congreso del Frente Amplio. No fuimos escuchados en ofrecer becas de estudio para que jóvenes haitianos puedan capacitarse y ser gestores soberanos del desarrollo de su país.
La nación latinoamericana no se teje desde arriba, enviando tropas, se teje desde abajo, hermanando pueblos, estableciendo lazos de solidaridad y amor entre pueblos hermanos.
Dijo un revolucionario latinoamericano de los tantos que ha parido esta patria grande cuando un tocayo le preguntó si serían parientes: "Si usted es capaz de temblar de indignación cada vez que se comete una injusticia en el mundo, somos compañeros, que es más importante".
Señora Presidenta: ante el pleno de la Dirección Nacional del Movimiento de Participación Popular hemos hecho este análisis y hemos informado de la represión de la minustah en Haití contra el desarmado pueblo haitiano. Casi la totalidad de sus integrantes no les tembló ni siquiera un pelo.
Por lo tanto, señora Presidenta, me sentí privado de sentirme compañero. Esa es la razón por la cual renuncio al MPP y, por lo tanto, a la banca. No son horas de alegría; son horas de duelo. Estoy rompiendo con cuarenta y tres años de militancia en el mismo surco en forma ininterrumpida, lo que no es sinónimo de abandonar la lucha.
Quedan en el MPP muchos queridos, entrañables y honestos compañeros, guardados en el corazón.
Si bien, según la Constitución, la banca es personal, éticamente debo devolverla; ni siquiera es del MPP. Pertenece a una larga fila de compañeros y compañeras desaparecidos, torturados, ejecutados y a miles de militantes abnegados a lo largo y ancho del país que fueron construyendo esta su banca, en la que podría estar sentado cualquier otro:militantes que repartieron listas, volantes, organizaron actos, charlas, mateadas, pintadas, etcétera, etcétera, comités de base del Frente a lo largo y ancho del país, de todo el Frente. El único objetivo que tenían era lograr cambiar las relaciones de injusticia de esta sociedad; ninguna otra aspiración personal. Es a ellos, entonces, que se las devuelvo. Es de ustedes.
(Aplausos en la barra)
——Es hora también de agradecer a Martín y a Ulises, mis queridos compañeros del equipo del despacho, quienes supieron comprender la importancia de prestar oreja a las angustias del pueblo, recibiendo mes a mes a decenas de compatriotas; cumplieron a conciencia poner el despacho al servicio de la ciudadanía.
Hemos aprendido también a valorar el esfuerzo de muchos funcionarios, en especial, hemos apreciado la exquisita sensibilidad de las Secretarias de la Comisión de Derechos Humanos, quienes dieron más de sí mismas que lo que les exige su función.
Es hora también de pedir perdón. Si alguien se sintió ofendido por nuestras actitudes y dichos, es hora de pedir perdón. No tengo rencor con nadie; tengo simplemente diferencias, algunas insalvables, pero nunca personales.
(Ocupa la Presidencia el señor Representante Germán Cardoso)
——Es hora de pedir perdón a nuestra familia por el escaso tiempo que le hemos dedicado, por hacerla sufrir al trasladarles nuestros errores y nuestras angustias.
Es hora de pedir perdón al pueblo haitiano por no haber tenido la capacidad de convencer a mis compañeros de bancada.
Por esta Sala casi no pasa Juan Pueblo. No conozco a ningún ciudadano que lea las actas en las que figuran los discursos que decimos en Sala; deben ser muy aburridas. Se genera más conciencia para las grandes transformaciones en el seno del pueblo, en las charlas en los vestuarios de las fábricas y en las ruedas de mate.
Por lo tanto, dando cumplimiento al artículo 104 del Reglamento de la Cámara de Representantes, nos retiramos de Sala. Compraremos un kilo de yerba para continuar la lucha como frenteamplista independiente desde el campo de lo social.
Gracias, señor Presidente.
(Aplausos en la barra.- Se retira de Sala el señor Representante Esteban
Pérez)
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